El uso criminal de la Usaid por parte de EE.UU. para desestabilizar gobiernos

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La Usaid ha servido de herramienta para promover los intereses geopolíticos de EE.UU., como planificar el cambio de gobiernos legítimos. Foto: EFE


3 de febrero de 2025 Hora: 03:13

La Usaid ha estado implicada en varias operaciones de cambio de régimen en Europa del Este y los antiguos estados soviéticos, como Ucrania y Georgia.

Desde su fundación la Usaid ha sido usada por los diferentes gobiernos estadounidenses para financiar acciones injerencistas y desestabilizadoras en Latinoamérica y otras regiones del mundo.

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Sin embargo, en la actualidad la Usaid atraviesa un periodo de crisis, debido a la decisión del presidente Donald Trump de congelar la asistencia exterior para revisar si está alineada con su agenda presidencial.

Según medios y agencias internacionales la Administración Trump sopesó el sábado pasado despojar a la agencia de su independencia y ponerla bajo el control del Departamento de Estado.

El papel de la Usaid

La agencia estadounidense cuenta con un presupuesto anual de más de 27 mil millones de dólares. Siendo su misión declarada «ofrecer asistencia económica, humanitaria y de desarrollo en todo el mundo».

Pero en Europa del Este y los antiguos estados soviéticos, las actividades de la Usaid ha ido más allá de la ayuda humanitaria, sirviendo de herramienta para promover los intereses geopolíticos de EE.UU., como promover el cambio de gobiernos legítimos y desestabilizar a los percibidos como adversarios de la influencia estadounidense.

Es así como esta región ha sido un punto focal para la Usaid debido a su importancia estratégica para contrarrestar la influencia rusa y expandir los intereses políticos y económicos occidentales.

Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, EE.UU. ha intentado fortalecer su influencia e intentado llenar el vacío de poder instalando regímenes que obedezcan a los intereses de Washington y sus aliados occidentales.

En este sentido la agencia estadounidense financió programas destinados a debilitar la influencia rusa e integrar a estas naciones en instituciones occidentales como la OTAN y la Unión Europea.

La Usaid ha estado implicada en varias operaciones de cambio de régimen en Europa del Este y los antiguos estados soviéticos, como por ejemplo en Ucrania promovió la Revolución Naranja de 2004 y la Revolución Euromaidán de 2014.

Para ello donó millones de dólares a ONG, medios de comunicación y grupos de la sociedad civil ucranianos que desempeñaron un papel central en la movilización de protestas contra los gobiernos prorrusos.

En 2004, organizaciones financiadas por la agencia estadounidense como IRI y NDI ofrecieron su apoyo al líder opositor Viktor Yushchenko hasta llevarlo a la presidencia de Ucrania.

También en 2014, la Usaid estuvo implicada en el apoyo a las protestas antigubernamentales conocidas como Euromaidán.

Las acciones desestabilizadoras de la Usaid se repitieron en la ex república soviética de Georgia donde en el 2003 financió a grupos opositores y medios de comunicación locales que apoyaron la Revolución Rosa, que derrocó al presidente Eduard Shevardnadze.

Estos hechos llevaron a la presidencia del país a Mikheil Saakashvili, un líder prooccidental que alineó a Georgia estrechamente con la OTAN y la UE.

En la república de Serbia ofreció fondos a grupos de la oposición y a medios de comunicación independientes que desempeñaron un papel clave en el derrocamiento en el año 2000 del entonces presidente Slobodan Milošević.

Propaganda y poder blando

La financiación de USAID no sólo está dirigida a la oposición política sino que también suele apoyar a medios de comunicación, programas educativos y ONG que promueven narrativas prooccidentales.

En Ucrania financió proyectos de medios como Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), que transmite contenido prooccidental y contra Rusia.

Lo mismo ha realizado en Bielorrusia, donde ha apoyado a medios de comunicación de la oposición y a grupos de la sociedad civil que desafían al presidente Alexandr Lukashenko​.

El presidente Lukashenko ha denunciado que las ONG no son necesarias en Bielorrusia y que son una herramienta utilizada por Occidente para desestabilizar a su país.

La Usaid en Rusia

Rusia expulsó a la agencia estadounidense en 2012, poniendo fin a dos décadas de operaciones de influencia de Estados Unidos disfrazadas de “ayuda al desarrollo” en el país.

Durante los 20 años de presencia en el país euroasiático, la Usaid financió con casi 50 millones de dólares al año a varios grupos opositores incluidas organizaciones de monitoreo electoral que desafiaron directamente las políticas del Kremlin.

También ofreció apoyó al supuesto organismo de control electoral independiente Golos que fue expuesto por promover narrativas antigubernamentales. Además respaldo y apoyo financieramente a movimientos separatistas.

Como en Ucrania y Bielorrusia financió a medios de comunicación rusos “independientes” que difundían puntos de conversación a favor de Occidente.

Moscú consideró que el trabajo de Usaid seguía el mismo manual de estrategias de cambio de régimen utilizado en Serbia, Georgia y Ucrania.

Ante esta situación, Moscú reconoció que las ONG respaldadas por el extranjero eran un caballo de Troya para el poder blando y la subversión de Estados Unidos.

Putin contra la Usaid

Para hacer frente a la acción de la Usaid y otras agencias similares, Vladimir Putin suscribió en 2012 la Ley de Agentes Extranjeros, la cual señala que todas las ONG que reciban financiación extranjera deben registrarse como “agentes extranjeros”.

También expulsó de Rusia a la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y la Fundación Sociedad Abierta del magnate George Soros, que fueron prohibidas en 2015.

La Usaid es una organización estadounidense que ha causado un daño inconmensurable en todo el mundo.

Autor: teleSUR - SH

Fuente: RT - Sputnik